Conrado de Piacenza

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    Su vida se desarrolló entre finales del s. XIII y el año 1351. Nació en Piacenza, en el seno de una familia noble. La decisión de Conrado de abandonar el mundo tuvo su origen en un accidente de caza. Encendió una hoguera para asustar a los conejos y hacerlos salir a campo abierto, pero perdió el control del fuego y este destruyó algunos edificios de las afueras de la ciudad. Al enterarse de que un hombre inocente estaba a punto de ser ejecutado acusado de haber provocado tal incendio, Conrado confesó su culpa y le fueron confiscadas todas sus propiedades. Viéndose obligado a mendigar, adoptó la vida de un vagabundo penitente. Vivió como ermitaño hasta su muerte. 

    Pronto cundió su fama de santo, atribuyéndosele incluso milagros. Fue tan larga la lista de estos recogida entre los fieles, que el papa León X decidió confirmar la veneración de Conrado en Siracusa "como Beato no canonizado". Pablo III extendió su culto a toda Sicilia. Finalmente, el 12 de septiembre de 1625, Urbano VIII concedió a los franciscanos de todo el mundo la facultad de rezar el oficio de Conrado en el día de su fiesta. 

    Tradicionalmente, se le invoca para curar de hernia. Y se le representa con un perro (alusión a l papel que este tiene en la caza; motivo de su conversión), con un báculo de ermitaño y con un rosario. Listado completo de Santos